Luego de su invención en China, el recorrido y expansión de los fuegos artificiales se ha logrado por todo el planeta, para convertirse en elementos representativos de tradiciones en distintos países para celebraciones y alegría en la población. Así como ejemplo, en Venezuela forman parte de las festividades decembrina y año nuevo.
Además, la relación de los fuegos artificiales con esta celebración, está relacionada a la bienvenida del Espíritu Navideño para alabar el nacimiento del Niño Jesús en este país. Asimismo, destaca su uso el día de año nuevo para significar la importancia de la llegada de un nuevo año cargado de prosperidad, amor, buena energía y hasta viajes para la familia.
Es una tradición en Venezuela, el uso de luces de bengala por parte de los más pequeños durante la noche del 24 de diciembre como símbolo de alegría, así como en China los fuegos artificiales son utilizados para ahuyentar los malos espíritus y la mala suerte en el marco del festejo del año nuevo chino.
En cualquier rincón venezolano, en Navidad se viste de celebración y se adorna con un ambiente de esperanza, en la cual es época de sabor y festejo, de reunión y encuentros familiares, de mucha calidez y felicidad. La noche del 31 de diciembre al sonar las doce campanadas, se lanzan petardos, cohetes, cebollitas, tumba-ranchos, serpentinas, etc. En las calles de las ciudades venezolanas, esto es una tradición para dar la bienvenida al año entrante, al igual que comer doce uvas, salir a la calle con una maleta, tener en la mano arroz o lentejas o ponerse dinero en los bolsillos. Todo esto forma parte de la tradición navideña venezolana que surge además para atraer la buena suerte y la prosperidad individual y familiar.
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